jueves, 3 de julio de 2008


En el extremo del colectivo había una montaña de nenitos amontonados
Dormidos pero sin descifrar su nivel social
Muertos, de hambre o empachados, de tanto camino

Los chiquitos eran dos
Una nena, de tres años de silencio pero con ojos de grande
Y no lo ví al otro muy bien porque despertó y devino en adulto

Vida alerta y autoritaria, era el mayor hombrecito
Grababa diapositivas con todo lo que miraba.
Y decidía como iban a compartir el aire,

“Jugaban a ser grandes” y cambiaron la voz sin serlo
Conjunto de abandonados momentos en sus sucias manos.
Dos casi bebés y dos chiquitos
Y no parecía haber ningún otro final

Con una ávida independencia y brusquedad
Sin dibujitos, crayones ni pan

Casi desapercibida se la vé a ella,
La hermana mayor.
Envolviendo de abrigo a mamás y a papás que no son.

Y de golpe vomita
Pierde el equilibrio y parece que sea aspirada por el piso
Yo ví! Unos espectros de juventud le extrajeron parte del color!
Se deshuesó unos segundos, la envidié.

Era la más débil,
Chupada por una lejanía

Los hermanitos bajaron y ella detrás.
Parecian lejanos

Llegaron a su país de baldosas
Y volverían a partir

Acá dejó ella parte de si
Que no corre, se absorbe.
Como sus colores y su pan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahora q las dos tenemos te puedo firmar y vos tambien guacha
no entiendo nada de esto ayudameee!!
voy a ver si te puedo poner como amiguita
besitos